Septiembre, todo rezuma cambio, los colores se vuelven dorados y respiran madurez. El Otoño nos trae de la mano momentos de reposo. Me siento bien. Sin embargo, como los niños, lo quiero todo, tratando de retener entre mis brazos el verano que se va, construyo ventanas en mi espacio que recuerdan otras estaciones que se fueron y volverán.
Aquí os dejo alguna de esas ventanas si, como yo, sentís nostalgia del color del verano.
1 comentario:
Qué hermoso recuerdo de la calidez de los colores del estío, Sara. Gracias por este regalo para los sentidos...
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